Estamos tan habituados a navegar por Internet en nuestro día a día, que es algo que tenemos tan interiorizado como hablar o escribir. La actividad online es algo imprescindible en la época de revolución digital que vivimos, pero también hace que cada vez estemos mucho más confiados y se nos olviden las amenazas a las que nos enfrentamos en la red.
La mayoría de estos ataques, son invisibles para el usuario, pasan desapercibidos. Por eso, para prevenir cualquier infección de nuestros equipos, lo más recomendado es tener al menos un antivirus que proteja nuestro equipo. Pero si no lo tienes, es probable que no sea la primera vez que tu ordenador se haya visto afectado por un virus o un tipo de malwares.
Virus vs Malwares
Cuando hablamos de software dañinos, siempre utilizamos la palabra virus para abarcar todos los softwares que perjudican el funcionamiento de nuestros equipos. Pero la realidad es que no es el término adecuado.
Los malwares son todos los softwares que existen que pueden alterar el funcionamiento de tu PC o dañarlo. Es decir, sería el término general para nombrar a las distintas amenazas que existen: virus, troyanos, spyware, etc. Lo que quiere decir que no todos los malwares entran en la categoría de virus, algunos pueden robar tus datos, descargar tus archivos, espiar tu comportamiento, etc.
Cuando hablamos únicamente de virus informáticos, estamos refiriéndonos a un malware de tipo virus, que tiene como objetivo interrumpir el comportamiento de tu PC. Para que se propague un virus en el ordenador, necesita que el usuario interactúe con él para comenzar a extenderse.
Los virus se esconden detrás de archivos de uso habitual, como, por ejemplo, una extensión de Windows. La lógica del funcionamiento de este tipo de malwares es poder engañarte y que la ejecutes pensando que puede reportar algún beneficio a tu ordenador. Pueden llegar a dañar muy seriamente tu ordenador hasta el punto de tener que reiniciarlo de cero y perder toda la información que tienes en él.
¿Cómo prevenir estos ataques?
Estas son algunas de las medidas que te recomendamos que lleves a cabo para evitar infectar tu ordenador.
- Instala un antivirus: parece algo obvio, pero muchos dispositivos aún no tienen instalado. Existen miles de antivirus: de mayor o menor gama, gratuitos o de pago, con más o menos herramientas de protección, etc. El mercado está repleto de opciones, adaptadas a las necesidades de cada usuario. Por eso, si aún no lo has encontrado, solo tienes que buscarlo.
Como recomendación, si estás planteándote pagar un software antivirus, Kaspersky ofrece múltiples herramientas (gestor de contraseñas, control parental, alta protección antimalwares, VPN, etc.) y con un precio muy asequible.
- Contraseñas de alta seguridad: seguramente no seas consciente de la cantidad de cuentas en las que tienes iniciadas sesión. Es muy probable, que por no tener que recordar cada uno de estos inicios, haya creado contraseñas muy similares en todos ellos, y esto es un gran error.
El rango de seguridad de tus contraseñas con ese sistema es mínimo. Si te paras a pensarlo, cuando un hacker entre en uno de tus correos va a poder descifrar cada uno de tus accesos: desde tu última conexión en tu cuenta de Facebook hasta los datos de tu cuenta bancaria.
Por eso, si quieres impedir que entren a todas tus cuentas como consecuencia de solo tener una sola contraseña: empieza a restablecer cada una de ellas y crea caracteres más complicados.
Si no quieres recordar las distintas contraseñas cada vez que inicies sesión, tienes la opción de instalar en el dispositivo un gestor de contraseñas que te guarde todas ellas de forma automática, y te libre de recordarlas todas.
- Actualiza tu dispositivo: una vez instaladas las actualizaciones de los sistemas operativos, los programadores van revisando su funcionamiento para encontrar mejoras o detectar fallos que se hayan podido dar.
Estas actualizaciones pueden ser de herramientas totalmente nuevas o correcciones en el sistema tras haber detectado fallos en sus operaciones. Un ejemplo de fallo es no programar de forma adecuada el sistema, volviéndolo más vulnerable y accesible para que entren los hackers. En conclusión, están hechas para mejorar la experiencia del usuario.
Por eso, por mucha memoria o tiempo que te ocupen las actualizaciones, es imprescindible que vayas ejecutándolas para evitar fallos.
- Evitar contenido de origen desconocido: en concreto, contenido vinculado a tus correos electrónicos.
Seguramente estés registrado en tantas páginas distintas, que ya ni diferencies cuáles de tus correos pertenecen a empresas desconocidas o en cuáles te has registrado. De ahí que seguramente tengas tu bandeja de entrada repleta de correos aleatorios.
Por este motivo, aunque abras los correos más atractivos, sólo tienes que confiar en abrir los archivos vinculados de aquellas marcas que reconozcas. Esto te evitará que muchos hackers, consigan infiltrar virus en tu ordenador dentro de documentos que vinculados al correo.
- Visita sitios seguros: si vas a descargar un programa para tu PC o una aplicación para tu móvil, hazlo siempre desde las páginas oficiales de cada programa. Con esto te evitará que se instalen en tu ordenador programas infiltrados que alteren el funcionamiento del dispositivo.
Tipos de malwares
Los malwares por tanto abarcan todos los tipos de alteraciones que se pueden dar en el ordenador, algunas más sencillas y otras versiones mucho más intrusivas. Para identificar mejor cada una de ellas, aquí tienes una clasificación de los principales malware:
- Virus: interviene en el funcionamiento de tu ordenador, propagándose por todo el sistema y haciendo que se ralentice. Para iniciar su propagación, necesita que el usuario interactúe con él.
- Gusano informático: tiene las mismas consecuencias que un virus informático, pero al contrario que este, no necesita que interactúes con él para que se active.
- Troyano: ejecuta acciones de manera invisible y hace que se propague por el ordenador. Su objetivo es robar tu información, entre otros muchos otros.
- Spyware: como su nombre indica, se encarga de espiar y recoge toda la información de tus interactuaciones con el ordenador.
- Adware: este tipo de malware te muestra publicidad intrusiva en tu equipo y limita tus funciones. Mientras tanto, va recolectando tu información personal.
- Ransomware: al igual que los otros, recoge todos tus datos, pero a diferencia de los demás, el hacker que está detrás busca una recompensa a cambio de no difundirlos.